sábado, 30 de agosto de 2014
Coso 96: “Abstractito”
Cuando parecía que ya no quedaba rubro, rincón o centímetro del Universo atacado por el “Design” y su mundillo de comedores de comida étnica y muebles incómodos (pero muy diseñados), esta infección se apoderó del huésped más impensado: el de los bebés y su parafernalia. Por definición, este universo de colores primarios y muñecos de ojos saltones parecía incompatible con los parámetros anoréxicos y desencantados de la gente cool. Sin embargo, una avanzada de muñecos de trapo “de diseñador” ha hecho su aparición en los negocios más conchetos del rubro “puericultura”; y por supuesto, como son de diseñador, no se parecen en nada a un muñeco de trapo. Nada hay en ellos que recuerde a una cabeza, brazos o piernas, lo que sería muy vulgar. A duras penas tienen en su corpachón de figura geométrica irregular un botón que hace las veces de ojo (sí, en singular) y alguna semi-sonrisa bordada. Pariente del Monstruo de Frankenstein y el bull-dog, y rogando por que alguien le pegue un tiro, “Abstractito” ha hecho su entrada. Su venganza está implícita: introducir nociones de anatomía muy confusas a toda una generación.
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