sábado, 29 de agosto de 2015
Coso 113: Cenicero de Playa en Forma de Cono
Sólo la esclavitud a la que los somete su repugnante vicio puede distraer a los fumadores del inquietante parecido que tiene este objeto con la pera de goma indispensable para la realización de un enema. No terminan allí los parecidos: Uno contribuye a la higiene ecológica, el otro a la higiene interior. Ambos tienen una vaga connotación sexual (o no tan vaga para los más desprejuiciados), sólo que mientras el uno es insertado sin más en la zona a estimular, el otro implica una violación simbólica, la del pionero que clava su bandera en la tierra virgen apropiándose de ella, en este caso diciendo “¡Me cago en su vida sana y su aire puro, bronceados e insulsos bañistas! ¡Mi receptáculo de humo y adicción servirá de marca territorial de mi enfermiza presencia!”, al tiempo que inserta fálicamente el dispositivo en la arena.
Coso 112: El “Cambiacanales Stick”
Hay “cosos” que resignifican por completo los cosos del pasado. Con la aparición del “Selfie Stick” (o “palo de la autofotis”), que logra el milagro de upgradear los más sofisticados dispositivos digitales con la ayuda de ni más ni menos que un palo, valoramos ahora en su justa medida a este elemento que nos acompañó en otras épocas. Cuando los controles remoto eran sólo un sueño y los viejos aparatos de TV contaban con un teclado en su parte frontal, no era desusado intentar un primitivo “zapping” sin moverse del sillón, presionando los botones mediante algún elemento oblongo, probablemente de madera, quizás parte integral de algún elemento para la limpieza, o sea un palo. La popularización del control remoto acabó con este elemento, tal como los teléfonos con campo antigravitatorio acabarán con el “Selfie Stick”.
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