lunes, 2 de febrero de 2015
Coso 104: Espoleta de Bola de Árbol de Navidad
Muchas veces –especialmente cuando se trata de bolas navideñas de mala calidad- y a la manera de frutos maduros, éstas se desprenden de nuestros árboles de Navidad, caen al piso, el gato juguetea con ellas, tal vez ruedan debajo de un mueble y no volvemos a verlas. Permanecen sin embargo, atornilladas a las ramas como el exoesqueleto de una garrapata, esta suerte de espoletas de granada con las que engrampamos la bola al árbol. Pasadas las fiestas, los usuarios más desaprensivos y pasotas ni siquiera se molestan en limpiar el árbol de estos despojos, con lo cual año a año la noble conífera made in China va acumulando espoletas, en sus extremidades tal como la ballena se va cubriendo de callosidades, o colecciona cicatrices el forajido; ¡Marcas de experiencia que demuestran que el árbol ha chupado el tuétano de la Vida!
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a mí también me hicieron el cuento ése del tuétano
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