sábado, 11 de julio de 2020

¡Diseccionan vieja película de Superhéroes!

Hace unas semanas volví a ver Superman de Richard Donner y me llamaron la atención 2 cosas: 1) Cuánta sobriedad, cuánta elegancia había en las películas de antes, ni una escena de más, Lex Luthor hace UN (1) plan diabólico y pará de contar, pim pam pum, llega el final de la película. Hoy tiene que haber 30 o 40 vicisitudes para que la película termine, muy largo, muy largo, y 2) ¡Qué poco le duraban los padres a Superman! Jor-El, es decir Marlon Brando da un discurso y dos escenas más tarde le explota el planeta. Y Jonás Kent, es decir Glenn Ford, lo adopta y a la escena siguiente (18 años después) tiene con Clark una charla de hombre a hombre y a los 5 minutos un infarto. Dos escenas dura el tipo. No estoy exagerando. Las malas lenguas dirán que estas superestrellas cobraban mucha guita. Yo creo que hay algo zen, minimalista. Para qué 20 planes diabólicos si alcanza con uno. En "La Profecía", también de Ricard Donner, Gregory Peck quería hacer una escena donde expresaba su enojo rompiendo todos los muebles de una habitación. Todo, silla, mesa, lámpara, mesa ratona, una locura escenográfica. Donner, que además estaba dando sus primeros pasos se le tuvo que plantar y pedirle que se limite a una actuación facial. Quedó bien. Seguramente, además, era más barato. Pero cuánta sobriedad, cuánta elegancia. Voy a contar todo esto cuando me pregunten por qué coloreo en blanco y negro.

2 comentarios:

  1. ...se trataría, especulo caballero, del fenómeno que se observa en todos los "productos de la industria cultural" de nuestra época: una profusión exasperante de detalles superpuestos que obstaculizan la interpretación de cualquier contenido de verdad humana que pudiera subyacer en alguna obra e inclusive terminan por vaciarla. Un fenómeno ideológico complejo que se retroalimenta creando un gusto por la basura inconsciente y alienada.
    Tiene también el fenómeno una faz que obedece a las reglas de la competencia capitalista. La empresa que ofrece un helado con el cucurucho plagado de incrustaciones, y además la bolsita con los confites y encima las distintas salsas, y el pobre pibito que uno ha llevado a degustar uno sencillo de limón y chocolate empieza a berrinchear que quiere el ultra-supra-súper y bueno, se lo compro, pero sé que el inocente ha perdido, quizás para siempre, la posibilidad de saber esencialmente qué es un helado.
    禪那
    问题追逐答案 : Por qué, caballero, colorea en blanco y negro.

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    1. Medio largo.... Tijeretazo por acá y por allá y a lo mejor lo leo.

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