El lector Enzo Marchetti me carga con la siguiente tarea:
"Necesito tu opinión acerca de la mala idea de llamar a los sandwiches de miga de 2 panes .simples. y los de 3 .triples., ya que no resiste ni el más mínimo análisis matemático"
POSIBILIDAD 1: Tomando como base el relleno, y aceptando que la denominación .simple. fuera correcta, el actual “triple”, de dos rellenos, pasaría a llamarse "doble".
POSIBILIDAD 2: Tomando como base la cantidad de capas de pan, y aceptando la premisa de que el "simple" está correctamente nombrado, el actual "triple" debería llamarse "simple y medio" (Es decir, la unidad conformada por dos panes más media unidad, es decir un pan más)
POSIBILIDAD 3: Tomando como base el relleno, pero considerando que el .triple. está bien bautizado, el actual "simple" debería llamarse "simple y medio" o "medio triple" (es decir, la mitad de relleno respecto del relleno del “triple”).
POSIBILIDAD 4: Tomando como base la cantidad de panes, y aceptando la premisa de que el "triple" está correctamente nombrado, el actual "simple" debería llamarse “dos tercios de triple”, o bien "doble" pero instaurando la categoría "simple", consistente en un CANAPé de miga.
POSIBILIDAD 5: Adjudicar a los sandwiches nombres de fantasía, como en la hermana república de Chile, donde el sándwich caliente de jamón y queso se llama "Barros Jarpa" y el lomito se llama "Barros Luco".
POSIBILIDAD 6: Mantener el actual status quo, con la consiguiente caída de todo nuestro sistema de pensamiento lógico-matemático y admitir que vivimos en un universo caótico sin inteligencia ni sentido y que estamos parados como una banda de PAPANATAS sobre una pelota de barro que gira locamente en el espacio hacia una inevitable destrucción y por lo tanto no tiene mucho sentido, por ejemplo, hacer dieta y sí, qué se yo, viene el fin de semana, voy a pedirme una napolitana con fritas.
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