sábado, 6 de septiembre de 2014

Coso 97: Naricero para Anteojos de Borde Metálico



El Naricero, aún presente en algunos diseños de anteojos de borde metálico es un caso paradigmático de “aquello que aprecias cuando lo pierdes”, emparentándolo con el Amor, el Papel Higiénico y la Juventud. Cuando algún accidente lo desprende de ese pequeño bracito metálico soldado al cuerpo del anteojo, no lo extrañamos sólo por su ausencia, por haber perdido algo hermoso, querido o útil: Su ausencia se nos hace mucho más patente, diríamos dolorosa (físicamente hablando) en la punción del antedicho bracito que, desnudo y sin rienda alguna, se dedica a hurgar y carcomer la carne de nuestra nariz superior, con la firme intención de horadar despiadadamente hasta el tabique; entonces recuperamos el naricero o conseguimos uno similar, y éste tiene una conducta bastante perversa: sin pincharnos, continúa presionando sobre la llaga producida, como para recordarnos que nunca debimos descuidarlo, como una ex esposa despechada que ha regresado sólo para convertir nuestra vida en un infierno. Buen momento para pensar en la cirugía o los lentes de contacto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario