sábado, 30 de julio de 2016

¡MACABRA REFLEXIÓN SOBRE EL YOUTUBISMO!

EL DENOSTADO YOUTUBER, EL VILIPENDIADO YOUTUBER, EL ODIADO, DENIGRADO Y ECHADO A PATADAS DE NUESTRA CASA YOUTUBER YOUTUBER YOUTUBER YOUTUBER es en realidad la evolución lógica y audiovisual del “bloguero” que azotó nuestras vidas en la primera década del siglo XXI. ¿Acaso no era esta miríada de autoproclamados “escritores” otra cosa que un accidente colateral de la creación de una nueva y moderna maquinola de auto-publicación antes que la consecuencia de lo que en otros períodos históricos se conocía como un “movimiento literario”? ¿Acaso la frase “cualquier pelotudo tiene un blog” (una verdad imposible de refutar, por muy hetero-normativamente risible que nos pareciera el aspecto de su autor) no describía exactamente este estado de llamémosle democratización literaria, que ahora sencillamente se traslada a la tecnologia audiovisual que nos ha dado obras maestras como “Andrej Rublev” y “El Sacrificio” (que mayormente no he visto pero tengo testimonios acerca de su calidad de gente de mi más alta confianza)?

¿Entonces por qué, padre de criaturas preadolescentes, te sientes autorizado a fastidiar a tus hijos acerca de las precariedades y bajos valores de producción propios de los shunormales y degenerados que acostumbran mirar en sus videopantallas, mientras exhalan sonidos beavisybuttheadianos? ¿No te hemos visto replicar hasta el hartazgo el meme del perro?

La respuesta, la triste, amarga y esclarecedora respuesta están ni más ni menos, en el valor casi mágico-religioso que le damos a la palabra escrita: Si subhumanos como Hola, soy Germán o Filthy Frank se dedicaran a transcribir sus borborigmos en lugar de lanzarlos directamente a la pantalla, tal vez –y sólo tal vez- nos resultarían más soportables, interesantes piezas literarias, incluso textos provocativos y enriquecedores, casi experimentales, y les abriríamos las puertas al mundo de la Alta Cultura.

Dato 255: El alambre de púas

El alambre de púas fue inventado por una monja. ¡Mirá vos! (Fuente: El libro "Ulises" o "Ulyssess" o "Uliyisessesess" -no está claro, no está claro-, del mundialmente reconocido escritor James Joyce. Probabilidades de exactitud: 200 %%, porque escribió un clásico, y en estos tiempos de posmodernismo y computadoras debemos revalorizar los clásicos, porque si no esto es un viva la pepa)

jueves, 14 de julio de 2016

Coso 131: El “Turn-o-Matic”



Pesadilla del cliente de oficina pública, el objeto nos recibe con esa especie de boca o mueca que lo parte al medio (googlear “Sonrisa de Glasgow”), dejando asomar un numerito entre los dientes, casi mofándose de nuestra desafortunada situación con la amargura del guardián que se sabe también prisionero: “En cuanto quites el número de mis labios, estás condenado a una espera incierta, que dependerá exclusivamente de la multitud, la eficacia de los empleados o la salud mental de los vejetes que se te han adelantado. ¡Bienvenido al infierno de la Espera!” Y luego, añadiendo la injuria al insulto, quitamos el número y el artefacto afloja la presión de sus labios, dejándonos con una ridícula tira de quince números en la mano. Carcajadas inaudibles hacen eco en nuestro cráneo.

Coso 130: Águila que hace Equilibrio sobre Pirámide Transparente



Este enigmático objeto, presente en la mesa de vendedores callejeros que lo exhiben junto a sacapuntas con forma de molinillo de café, ocupa un lugar sobresaliente por su extraordinaria factura: Apoyada apenas con la punta del pico sobre el vértice de la pirámide, mediante un ingenioso diseño y sistema de pesos y contrapesos repartido en el interior de su cáscara de plástico, el ave no cae jamás ante el embate de nuestros dedazos (a menos que le propinemos un papirotazo más bien enérgico), provocando el deleite de grandes y niños. El simbolismo del águila y la pirámide, por otra parte, nos sumerge en un submundo de connotaciones conspiranoicas (¿es acaso un souvenir diseñado por los Illuminati?), sumando unos miligramos de morbo al juguete.