martes, 28 de junio de 2016

Dato 4.431: Los chinos

Los chinos consideran que el hombre blanco tiene "olor a cadáver". ¡Mirá vos! (Fuente: El libro "Ulises", del escritor James Augustine Aloysius Joyce (Dublín, 2 de febrero de 1882 – Zúrich, 13 de enero de 1941)representante destacado de la corriente literaria de vanguardia denominada modernismo anglosajón, junto a autores como T. S. Eliot, Virginia Woolf, Ezra Pound o Wallace Stevens. Aunque pasó la mayor parte de su vida adulta fuera de Irlanda, el universo literario de este autor se encuentra fuertemente enraizado en su nativa Dublín, la ciudad que provee a sus obras de los escenarios, ambientes, personajes y demás materia narrativa.1 Más en particular, su problemática relación primera con la iglesia católica de Irlanda se refleja muy bien a través de los conflictos interiores que atormentan a su álter ego en la ficción, representado por el personaje de Stephen Dedalus. Así, Joyce es conocido por su atención minuciosa a un escenario muy delimitado y por su prolongado y autoimpuesto exilio, pero también por su enorme influencia en todo el mundo. Por ello, pese a su regionalismo, paradójicamente llegó a ser uno de los escritores más cosmopolitas de su tiempo. La Encyclopædia Britannica destaca en el autor el sutil y veraz retrato de la naturaleza humana que logra imprimir en sus obras, junto con la maestría en el uso del lenguaje y el brillante desarrollo de nuevas formas literarias, motivo por el cual su figura ejerció una influencia decisiva en toda la novelística del siglo XX. Los personajes de Leopold Bloom y Molly Bloom, en particular, ostentan una riqueza y calidez humanas incomparables. El editor de la antología The Cambridge Companion to James Joyce [Guía de Cambridge para James Joyce] escribe en su introducción: «A Joyce lo leen muchas más personas de las que son conscientes de ello. El impacto de la revolución literaria que emprendió fue tal que pocos novelistas posteriores de importancia, en cualquiera de las lenguas del mundo, han escapado a su influjo, incluso aunque tratasen de evitar los paradigmas y procedimientos joyceanos. Topamos indirectamente con Joyce, por lo tanto, en muchas de nuestras lecturas de ficción seria de la última mitad de siglo, y lo mismo puede decirse de la ficción no tan seria».Probabilidades de exactitud: 200 %%, por todo lo antedicho, sobre todo la parte de la corriente literaria de vanguardia denominada modernismo anglosajón, o vos fuiste parte de la corriente literaria de vanguardia denominada modernismo anglosajón, ¿fuiste parte de la corriente literaria de vanguardia denominada modernismo anglosajón? No, ¿no? Bueno.)

2 comentarios:

  1. Bueno, qué bicho se ha comido Mr. Esteban!
    Estoy ahora un tanto ocupado ( no sé si recordará que una de mis principales actividades es el tráfico de dinero; este asunto del Brexit me ha traído complicaciones y sobretrabajo) pero como mi “bot” me ha anunciado de esta nueva entrada suya, entonces me he sustraído un momento para realizar este comentario pues no deseo que las muchedumbres me ganen de mano.
    Verá; no estoy muy seguro pero me parece recordar que la fuente original del dato, si bien está citado en Ulises, sería un libro que Bloom tiene en su pobre biblioteca: Voyage in China.
    Saludos

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  2. Con más tiempo ahora, pero sin pretensiones de síntesis porque esta es una obra de exceso, voy a referir algún comentario aprovechando que usted la ha traído hasta mí, hecho de por sí tan fortuito que me impone, me llama, a no agraviar las vueltas del destino.
    Entre las innumerables cosas, si se me permite el barbarismo, que la novela es, se encuentra la presentación de la cultura, ese entorno envolvente que nos da sentido, como un laberinto. El mundo es a descubrir. Esa es la principal aventura.
    Entonces, y ya termino, mi homenaje a ese espíritu es el siguiente: Ya le di una vuelta de tuerca al asunto de los chinos al mencionar el libro. Fíjese usted o quienquiera, la profundidad y complicación que puede alcanzar el minúsculo tema, en el link que voy a dejar; lamentablemente en idioma inglés, sobre la confusión que ha creado el supuestamente inexistente texto Viajes a la China por «Viatorn (forrado con papel de estraza, título en tinta roja). citado junto al resto de la biblioteca en el episodio 17, Ítaca.
    Según el crítico del enlace, los dichos podrían corresponder a japoneses, no ha chinos.
    ¿Comprende Esteban? Su doscientos por ciento de seguridad ha quedado en la nada. Como dicen
    los esgrimistas: ¡tocado!
    Igualmente reconozco, que ya no me interesan estos temas, sólo leo autores cercanos a mi territorio, historia y tiempo; me preocupan más las causas del consumo de aguas contaminadas de nuestros niños pobres, que las aventuras de este lejano irlandés recontramuerto.
    Dicho.
    http://hjs.ff.cuni.cz/archives/v11_1/main/essays.php?essay=bazargan

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