viernes, 7 de octubre de 2016

¡PROPONEN ORIGINAL RED SOCIAL!

A ver qué te parece, Mark, escuchate esta, mark, we are very excited with this proshect, es así: Viste que facebook, con un algoritmo, porque acá en el internet arreglamos todo con un algoritmo te va mostrando lo que supone que vos te gusta según las cosas que mirás o le likeás y entonces te va armando el "diario de Irigoyen", entendés. No, no es una crítica mark, por favor, cómo te voy a criticar si sos mi jefe. Bueno.

Dejame hablar. Bueno. Entonces esta red social, para evitar el efecto "diario de Irigoyen" (sin crítica, sin crítica), agarra y con un algoritmo (otro) te muestra todo lo que a vos NO te va a gustar, entendés, un suponte, si vos le das todo like a fotos de gatos, el facebook este te muestra fotos de perros. Si vos mirá fotos de hermosas mujeres de grandes senos, te muestra hombres feos de senos pequeños. Si a vos te gustan las frases inspiracionales de optimismo, te muestra fotos de animalitos destripados o de estadísticas de hambre en el mundo para que te pegues un tiro, ¿entendés?

Y aparte en vez de hacerte amigo de la gente de la que te querés hacer amigo te hace amigo de otra, de gente así medio desgradable, gente sucia o macrista, entendés, para que haya un sano intercambio de opiniones entre gente que piensa diferente y se odia, funciona así, vos te querés hacer amigo de Pepito y el facebook este nuevo hace como unos cálculos y te hace amigo así sin preguntarte ("manu militari") de Pedrito, que es todo lo contrario de Pepito y así en lugar de una "burbuja" de gente amiga te hace una "burbuja", pero de gente horrible. ¿Qué tul?

Mark mark, dejame terminar, pará mark, yo sé que el concepto es revolucionario mark y que tal vez hay que tener un poco de la grandeza de miras que no tenés para entenderla mark, pero ehhhh dejá de morderte el labio en señal de qué hambre mark, pará de arrojarme objetos macizos sobre el cráneo mark, aflojá con lo de mandarme telegramas de despido (personalmente y acá, en medio del brainstorming) mark, para mí la idea está buena porque palia un poco lo del efecto "diario de irigoyen", y no lo digo porque eso me parezca malo, no es una crítica, para nada, lo digo sin la menor intención negativa o crítica, no tengo nada en contra de esa idea, bueno, sí, tengo.
Está bien, mark me voy mark, ganaste mark, acá recojo el cactus (muerto) que tengo en mi escritorio y me voy mark, pero ya verás, fundaré mi propia red social y ya vendrás con la lengua entre las patas a pedirme por favor que trabaje para vos de nuevo mark, una cosa más, el nombre, no te dije el nombre de la idea de la Red Social, se llama "Red Social Caca Culo", me parece que está bueno porque bueno bueno mark, me voy, ya me fui.

1 comentario:

  1. Verá, o imaginará usted; importa poco la diferencia en un mundo de símbolos en el cual nada se aprecia sino a través de algún proceso digital monitoreado por las corporaciones, caballero Podeti; pues fuesen éstos redes, imágenes de noticiero fraguadas , sistemas de colas virtuales en supermercados, realidades aumentadas, o la manipulación que fuera, que el efecto producido es la extinción del antiguo hombre empírico y crítico, y su sustitución por un producto liso y sintético que compone unas sociedades a las que irónicamente llaman “de la información”. En consecuencia, ya no existen quienes puedan sacar la cabeza por la ventana para comprobar algo pues de nada es posible cerciorarse; mucho menos cuáles mierda podrían ser los propios gustos y disgustos porque la característica del nuevo coso es de una no-existencia. ¿Comprende querido?
    Aquí hoy no me importa, dejémoslo así…
    Sí desearía, si me permite, detenerme un segundo en su llamativa construcción: “acá recojo el cactus (muerto) que tengo en mi escritorio y me voy” a la que encuentro, con mejores posibilidades de entretenimiento.
    Encuentro en ella una triste aunque bella, en su dolorosa verdad, metáfora de esta frustración del antiser que menciono y una de sus versiones: el trabajo enajenado de su principal virtud; cual es, otorgarnos un verdadero sentido en el mundo, y no una porquería de no saber para qué acompañada de un profundo sentimiento de vacío, de dolor, de frustrante experiencia donde en cambio debería existir un gozo; porque dígame ¿qué podría ser más amargo que cojerse un cactus muerto?
    Y, para ejemplificar mi exégesis de esté bello y triste símbolo, al igual que los grandes padres de la psicología que buscaron en los textos clásicos de la cultura caracteres o representaciones dramáticas, que demostrasen el sustrato antropológico antiguo y profundo de sus interpretaciones, mismamente procederé yo con el texto siguiente donde se alude al error y la ignorancia de burro (vivir equivocado) de cojerse un cactus:
    "...Como aún estaba en el perímetro del Bronce, crecían varios cactus. Mediante un espejismo, De Gaula los rodeó con formas humanas; algunos eran jóvenes, otros
    viejos, pero todos iguales a sí mismo. Doce decamerones parecían estar indefensos y distraídos en medio de la arena.
    No bien observaron la mercadería, los veinticuatro vurros se lanzaron en picada como si fueran aviones de combate: salían de la formación uno por uno, hundiendo primero su «ala» izquierda. Parecían bombarderos o cazas. Al tiempo que descendían a toda velocidad, lanzaban rebuznos triunfantes que festejaban por anticipado la victoria. Debido a su excitación y sobre todo gracias a la estupidez legendaria que las caracteriza, aquellas entidades diabólicas habían caído en la trampa.
    A medida que iban llegando se percataban de su error, pero ya era tarde: las espinas de las plantas les transformaban los penes en alfileteros. Los bramidos de dolor de los vurros eran impresionantes. Pero la cosa más notable del asunto, fue que los chichis recién empezaron a gritar cuando todos hubieron sufrido la misma suerte.
    El egoísmo y la maldad de estos bichos es tan grande y completo, que aguantaron hasta que el último de sus camaradas se hubo jodido. Imposible encontrar en ellos
    algo parecido al compañerismo, pues ni entre ellos se quieren."
    “Los Sorias” Cap.128 El Antiser. A. Laiseca . 1988.
    Atentamente, caballero.

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