Las generaciones –en camino de desaparecer- que han tenido a lo largo del siglo XX al kiosco de diarios como un importante enclave social-informativo conocen muy bien este objeto: una pieza pesada de hierro, en forma de disco o de rectángulo, que se coloca sobre la pila de diarios recién salidos del horno para evitar que el viento se lo lleve (e incluso dificultar su robo). Pertenece a una reconfortante era física, pre-digital, sensorial, donde el peso y la liviandad de los objetos y las inclemencias del clima eran elementos importantes en el flujo de la información. Internet está convirtiendo esta lógica en un asunto que en el futuro veremos como algo propio de la Edad de Piedra. O no tan en el futuro: Los diarieros más gronchos suelen reemplazar el “bodoque” por un cascote o piedra.
…en fin, no le voy a retirar la palabra por tan poco; tan poca gente, tan poca producción, tan poco esmero como denota la doble inexactitud en el título porque: ni es un bodoque ni tampoco para sostener. Podría remplazarse, y lo digo sin otro animo más que departir el aburrimiento; por: un “cacho” y como función “apretar” porque sostener es desde abajo, y no querrá usted confundir a los lectores jóvenes y de por sí ya bastante lerdos que saben circular y dejar alguna muestra de sus incapacidades en los comentarios … ¿verdad?
ResponderEliminarAdemás… lo noto como lívido, se encontrará con salud me pregunto, estará turbado?...