lunes, 21 de marzo de 2011

¡ABANDONEMOS MARTE ANTES DE QUE SEA TARDE!

Cuanto más sabemos de Marte más el planeta-monumento a la imaginación del hombre es rebajado a un chiste de baja estofa. Primero, el tema del agua. Por culpa de este descubrimiento, el viejo género de chistes de borrachines ha sido resucitado del mausoleo de donde nunca debió salir, protagonizado por beodos indignados contra el planeta rojo y la Nasa, o jurando cosas como "otro planeta menos para visitar".

Ahora, para peor, está el tema del gas metano.

Bien, cualquier estudiante de química de segundo año sabe que este gas es el responsable del llamado meteorismo o flatulencia, así que no pasará mucho tiempo hasta que el género escatológico se vea enriquecido por chistes de marcianos malolientes. Que este hallazgo sea lo mejor que nos pueden decir sobre la superficie marciana es otra prueba de que el Universo se burla de nosotros (y especialmente de mí, pero no quiero cargarles la romana).

¿Dónde quedarán entonces los portentos literarios de H.G. Wells, Edgar Rice Burroughs y Ray Bradbury? ¿Cuánto tardará en decretarse la muerte de la ficción científica cuando en el próximo informe de la NASA se informe, por decir algo, que en Marte "Hay olor a pedo"?

Abandonemos Marte mientras siga siendo un misterioso planeta de leyenda y temor. Si lo mejor que tienen para ofrecernos es agua y gas metano, no perderemos mucho. ¡Vayámonos de allí y no volvamos nunca! ¡Presionemos para que el presupuesto de la NASA sea desviado a la producción de armas de destrucción masiva y todos seremos más felices!

Y por favor dejen también Venus en paz. Lo último que necesito saber es que no está habitado por ejércitos de mujeres con lanzas y enteritos plateados.

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