lunes, 21 de marzo de 2011

¡NO PUEDE SER QUE NADIE HAYA INVENTADO LA INYECCIÓN NO INYECTABLE!

La existencia del Mal es fácilmente demostrable a través de la existencia de la inyección. Estamos viviendo una época en la que los miopes se operan de la vista; Donde apretando un botón cualquier infeliz puede publicar ante miles de personas sus impresiones acerca de los temas más intrascendentes; Un mundo de escaleras mecánicas, licuadoras, música gratis por internet y máquinas de movimiento casi perpetuo.

¿Por qué para recibir una vacuna, suero antitetánico, analgésico o misceláneas todavía tengo que tolerar, encerrado en el lugar más sórdido de la tierra (como son esos cuartitos en el fondo de las farmacias) que una vieja de ojos lúbricos me pinche el brazo o la nalga derecha con la consiguiente incomodidad, dolor, vergü dolo, daÑo moral y goce enfermizo de la vieja lúbrica?

No van a hacerme creer que eso no se ha inventado. El genio humano que ha descubierto la existencia de gas metano en Marte es, obviamente, capaz de crear con una mano atada a la espalda uno y mil métodos para inocular sustancias químicas sin recurrir a una tortura (¡Eh, amigos, no sé si se han enterado, pero por lo pronto hay un invento de última generación llamado píldora!). Todos sabemos que las grandes corporaciones vienen frenando los inventos que salvarán a la humanidad, tal como el auto eléctrico, las veredas móviles, los robots sirvientes y el sonido de dial up agradable. He visto incluso volar a David Copperfield y no parece un muchacho de muchas luces.

Pero estos inventos se frenan por intereses económicos: el auto eléctrico perjudicaría a las petroleras; las veredas móviles a los fabricantes de calzado, y los robots sirvientes a los CEOS del microemprendimiento "Mucamas como las de Antes".

En cambio, la inyección no inyectable no puede perjudicar a nadie. Dudo que los fabricantes de jeringas puedan producir un lobby tan poderoso; No, la sola idea es risible. No. ¡Este avance es frenado por el accionar de un poderoso grupo en las sombras que quiere que las inyecciones sigan existiendo simplemente para arruinarnos la vida! ¡Maldad pura y satánica! ¡Son jodidos! ¿Para cuándo Daniel Tognetti y María Laura Santillán van a ocuparse de este tema?

Sospecho, por otra parte, que los cuartitos atrás de las farmacias son diseñados por una confederación de arquitectos degenerados.

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